MICROMACHISMOS
LA VIOLENCIA INVISIBLE EN LA PAREJA
Luis
Bonino Mendez
Mujeres
maltratadas, varones violentos: dos dramáticos aspectos de las asimetrías
relaciones de género. La deslegitimación y los abordajes legales y terapéuticos
se han realizado casi exclusivamente sobre las formas evidentes, máximas y
trágicas de dicha violencia y sus efectos. Pero, si pensamos que la violencia
de género es toda acción que coacciona, limita o restringe la libertad y
dignidad de las mujeres, podemos comprobar que quedan ignoradas múltiples prácticas
de violencia y dominación masculina en lo cotidiano.
Algunos
autores llaman pequeñas tiranías, terrorismo íntimo o violencia “blanda” y
Bonino lo llama “MICROMACHISMOS”.
PODER Y GENERO
El
poder no es una categoría abstracta; el poder es algo que se ejerce, que se
visualiza en las interacciones. Este ejercicio tiene un doble efecto; opresivo,
pero también configurador en tanto provoca recortes de la realidad (espacios,
subjetividades, modos de relación, etc).
La palabra
“poder” tiene dos acepciones: una es la capacidad de hacer, el poder personal
de existir, decidir y autoafirmarse. Es el poder autoafirmativo. Y la otra acepción es la capacidad y la posibilidad de control y
dominio sobre la vida o los hechos de los otros. Es el poder de dominio.
la
posición de genero es uno de los ejes cruciales por donde discurren estas
desigualdades de poder, y la familia/pareja, uno de los ámbitos en que se
manifiesta. Esto es así porque nuestra cultura patriarcal ha legitimado la
creencia de que el masculino es el único genero con derecho al poder
autoafirmativo; ser varón supone tener el derecho a ser individuo pleno con
todos sus derechos.
Este
poder de dominio masculino, incluye:
- La división sexual de trabajo, que aun adjudica a la mujer el espacio doméstico.
- Su naturalización y su inscripción axiomática en las mentes de mujeres y varones.
- La falta de recursos de las mujeres y la deslegitimación social de su derecho a ejercer el poder autoafirmativo.
- El poder de puntuación que se sostiene en la idea del varón como autoridad que define qué es lo correcto.
- El poder del amor en las que nuestra cultura hace expertas a las mujeres.
Las
mujeres ejercen poder, los llamados “poderes
ocultos”: el poder de los afectos y el cuidado erótico y maternal. Lo
paradójico es que se le otorga a la mujer el título de reina, titulo paradójico
ya que no puede ejercerlo en lo característico del dominio y la autoridad.
Las
situaciones de poder y desigualdad suelen ser invisibilizadas en las relaciones
de pareja. Los micromachismos son uno de esos comportamientos, quizás los más
frecuentes con los que los varones expresan y defienden su supuesta
superioridad y su derecho a ejercer dominio sobre las mujeres.
LOS
MICROMACHISMOS
Ø
Son prácticas de dominación y violencia
masculina en la vida cotidiana, del orden de lo “micro”, de lo capilar, lo casi imperceptible, lo que está en los límites
de la evidencia.
Ø
El término “machista”
designa la ideología de la dominación masculina.
Ø
En la pareja, se manifiestan como formas de
presión de baja intensidad más o menos sutil, con las que los varones intentan:
- § Imponer y mantener el dominio y su supuesta superioridad sobre la mujer, objeto de la maniobra.
- § Reafirmar o recuperar dicho dominio ante la mujer que se “rebela” de su lugar en el vínculo.
- § Resistirse al aumento de poder personal e interpersonal de la mujer con la que se vincula o aprovecharse de dichos poderes.
- § Aprovecharse del “trabajo cuidador” de la mujer.
Ø
Los micromachismos son microabusos y
microviolencias que procuran que el varón mantenga su propia posición de género
creando una red que sutilmente atrapa a la mujer, atentando contra su autonomía
personal si ella no las descubre y sabe contramaniobrar eficazmente.
Ø
Algunos Mm son conscientes y otros se realizan
con la “inocencia “del hábito inconsciente. Los varones internamente buscan la
reafirmación de su identidad masculina.
Ø
Los Mm pueden no parecer muy dañinos, incluso
pueden resultar normales o intrascendentes en las interacciones.
MICROMACHISMOS COERCITIVOS
El
varón usa la fuerza (moral, psíquica, económica o de la propia personalidad),
para intentar doblegar a la mujer, limitar su libertad y expoliar el
pensamiento, el tiempo o el espacio y restringir su capacidad de decisión.
MICROMACHISMOS ENCUBIERTOS
Atentan
de modo más eficaz contra la simetría relacional y la autonomía femenina, por
sui índole insidiosa y sutil que los torna especialmente invisibles en cuanto a
su intencionalidad. Utilizan, no la fuerza, sino el afecto y la inducción de
actitudes para disminuir el pensamiento y la acción eficaz de la mujer,
llevándola a hacer lo que no quiere y conduciéndola en la dirección elegida por
el varón.
MICROMACHISMOS DE CRISIS
Suelen
utilizarse en momentos de desequilibrio en el estable disbalance de poder en
las relaciones, tales como aumento del poder personal de la mujer por cambios
en su vida o pérdida del poder del varón por razones de pérdida laboral o de
limitación física.
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